jueves, 17 de septiembre de 2009

TESTIMONIO DE SOFÍA




TESTIMONIO DE SOFÍA


“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el
encuentro con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo horizonte a la vida y,
con ello, una orientación decisiva”.

Benedicto XVI

Estas palabras de la primera encíclica del Papa Benedicto XVI, “Deus caritas est”, resumen lo que a mí me ha sucedido: he encontrado a Cristo y mi vida se ha transformado. Mi vida ha sido de lo más normal. Hasta el paso a la Universidad yo he vivido junto a mis padres y hermanas en Manzanares (Ciudad Real). Fui a un colegio de religiosas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza. He crecido en un ambiente cristiano, no sólo en el cole sino, sobre todo, en mi casa. Recuerdo que con 13 años ya tenía claro que mi vida era para entregarla a Dios y mi mayor deseo era poder dedicarme a ayudar a los pobres de África. Y fue precisamente por este deseo por el que años después comencé la carrera de Medicina en Alcalá de Henares. Yo veía que la Medicina era el medio para poder alcanzar tal fin.

Ahora tengo 22 años; hace unos meses terminé 4º curso de Medicina y, si Dios quiere, el próximo 4 de octubre haré mi entrada en el monasterio de Clarisas de La Aguilera, donde 2 años antes, cosas del Misterio, entró mi hermana gemela, Estefanía.

A lo largo de todos estos años Dios me ha ido poniendo delante circunstancias y personas muy concretas a través de las cuales he ido conociendo Quién es Cristo. Para mí Cristo no es una idea o un pensamiento y la fe no es un bonito sentimiento; para mí Cristo es una Persona, real y presente, aquí y ahora y la fe es ese gran Don que se nos concede dentro de la Iglesia y que nos permite conocer, reconocer tal Presencia.

¿Cómo he conocido a Cristo?

Realmente no hay que ir a ningún sitio en especial, no hay que salir de la realidad para conocerlo sino que es en ella, en la realidad en la que cada uno vive, donde se le puede reconocer, donde se le puede encontrar. Ha sido a través de testigos, a través de testimonios de vida que me han remitido a Otro.

Y es que podemos pasar por “encima” de la vida como el surfista pasa por encima de las olas, sin preguntarnos, sin estremecernos, sin conmovernos… ante hechos que ven nuestros ojos. Podemos pasar por la vida sin juzgar la realidad que vivimos, sin ir hasta el fondo…

Yo simplemente he mirado a mi alrededor donde he encontrado a personas que viven de una forma distinta (todos conocemos tales personas que nos llaman la atención porque tienen, eso que decimos con frecuencia, “algo especial”); personas que toman en serio su propia vida, la de los demás y en cada circunstancia, personas que ponen en juego toda su humanidad a cada instante; personas ante cuyas vidas me he preguntado el por qué viven así o Quién hace posible que vivan así. (También ante la persona de Jesús se preguntaban: “¿Quién es éste?”, porque no era como los demás). Y lo que he encontrado en estas personas ha sido a Cristo, Aquel que hace posible que todo se haga nuevo, Aquel que hace posible vivir lo mismo…. pero de forma distinta.

¿Por qué cuento esto? Porque una de las cosas fundamentales y determinantes para mí ha sido encontrarme con estos testigos, signos de la presencia de Cristo, porque por cómo viven me remiten a Él.
Y esto sólo es posible porque Cristo entró en la historia encarnándose en un hombre como tú y como yo. Y hoy, después de más de dos mil años, a través de la Iglesia, el hombre puede toparse con la Realidad del Resucitado.

Esto (que si lo pienso bien me parece el mayor milagro; de hecho, lo es) ha despertado en mí la fe y el valor de Cristo para la vida. He conocido la belleza del cristianismo y la alegría de comunicarlo.

¿Por qué vida contemplativa? ¿Por qué en la comunidad de clarisas de La Aguilera?

Cristo es la razón y sentido de mi vida; es Su excepcionalidad la que me ha fascinado y sólo Él cumple las exigencias de mi corazón, del corazón de cada uno (aunque muchos aún no lo sepan) Y es esto mismo lo que quiero que llegue a todos.
Éste es mi deseo: que todos conozcan a Cristo, que ninguno se pierda la oportunidad de conocerle, de encontrarse con Él, porque Él es la Verdad y todo el mundo busca y ansía la verdad, de un modo u otro. Hace poco el Papa dijo: “la verdad no es una imposición. Es el descubrimiento de Alguien del que siempre podemos fiarnos. La verdad es una persona: Jesucristo”.

Por tanto: mi vida por Cristo y desde Él, y a través de la oración, a todos vosotros, a toda la humanidad.

Es desde la oración el modo en el que puedo llegar a todos, abrazaros a todos. Pero tal
entrega pasa por una comunidad concreta, por un sitio físico concreto y Dios me ha puesto delante esta comunidad de Clarisas donde he visto lo que quiero vivir y donde he reconocido que Él me quiere para vivir esta vocación.
¿Y todo lo demás?

Que yo comience a vivir esta vocación no supone negar mi vida anterior pues precisamente todo lo vivido, todo lo conocido, lo aprendido…. me permite hoy dar este paso. Es cierto que, aparentemente, dejo todo, pero Dios me concede tener la firme certeza de que todo ello lo acogeré de otro modo, lo acojo desde Él, que es la única forma de que todo permanezca, de que nada se pierda porque todo se mantiene en Cristo.
Tal opción no supone no tener miedos, no poder equivocarse, no pasar por dificultades…. Lo único que tengo claro es que Cristo es verdad y quiero consagrar mi vida a Él. Esta es mi alegría, mi felicidad y mi libertad, vivir a cada instante en Su presencia y a través de la oración llegar a todos. En mí nacen un profundo agradecimiento por esta vocación y la petición constante de Su gracia para vivirla.
Termino con unas palabras de Luigi Giussani, cuyo carisma, que he conocido a través del movimiento de Comunión y Liberación, ha sido y es de gran importancia para mi vida: “La fe nace de forma razonable –es decir, llevando en sí misma para el hombre, para cualquier hombre, la evidencia de su consistencia, la evidencia de su razón- cuando nace de un encuentro, del acontecimiento de un encuentro: un encuentro entre la conciencia del hombre (inteligencia, sensibilidad y afecto) y una Presencia humana excepcional (Cristo)”.

1 comentario:

Fernando García Pérez dijo...

Conocí a Sofia el pasado curso, coincidimos alguna vez en Sta Misa en el Hospital. Es todo alegría. Es un tesoro tenerla entre las clarisas. Sofia, pide por los que nos quedamos. Me alegro muchísimo por ti y los tuyos.


A PARTIR DEL 1 DE OCTUBRE DE 2008 INICIAREMOS LOS ENCUENTROS SEMANALES DE LA PASTORAL UNIVERSITARIA EN LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS: "Miércoles Universitarios".

LOS CELEBRAREMOS A PARTIR DE LAS 15:00 hrs. EN EL CLAUSTRO ALTO DEL COLEGIO DE MÁLAGA